Es interesante el argumento de Paul Graham, que me hace llegar Fernando Godayol.
En él, coincidiendo con Ernesto, el protagonista de la novela, cree que el gusto no es del todo particular. En un momento dado se muestra rotundo, como tanto les gusta ser a los anglosajones:
Saying that taste is just personal preference is a good way to prevent disputes. The trouble is, it’s not true. You feel this when you start to design things.
Paul Graham
Más adelante, nos cuenta qué elementos en el diseño nos van a gustar seamos como seamos. Habla de que nos gusta lo sencillo, lo simétrico, lo sugerente… Sobre todo, diría Ernesto, si tenemos un poco educado el gusto en esas áreas. Paul Graham también le da rédito a la experiencia, al educarse en un campo, el último párrafo de su texto lo dedica a ello.
Su texto: