capítulo 09 | 10 | capítulo 11
ha acariciado el botón izquierdo del ratón sin llegar a apretarlo, ha visto pasar uno tras otro los minutos en el diminuto relojito del ordenador y ha visto cómo desde ayer siguen entrado llamativos mensajes en cadencia variable, ahora ráfaga, ahora ninguno, parecen parar, llega uno, otro, una cascada; hace horas que Alex no los lee. Mueve el ratón. Acaricia nuevamente su botón izquierdo y en este preciso momento modifica la expresión de su rostro a espasmo, como un cómico en bastidores justo antes de salir a escena; por fin hace clic.
Bienvenidos todos, hoy somos más y confieso que me siento intimidado; para aquellos que me escucháis por primera vez, comentar que este podcast está para cuestionarse a mordiscos el otro lado de las cosas. Estos últimos días esas cosas mordidas y masticadas —que no tragadas— han sido las multinacionales y la sobrepoblación; he defendido un menor consumo de producto multinacional y un impuesto por hijo para reducir la tasa de natalidad; y lo seguiré pidiendo a pesar de los mensajes, que si ayer eran decenas hoy son cientos, algunos insultantes y amenazadores, incluso los hay que me acusan de ser el asesino de la corbata; y no son pocos. Les parece sospechoso hasta el grado acusatorio que hubiese relacionado su firma con la del periodista estadounidense, que compartiese con él ciertas críticas a las multinacionales, el uso excesivo que ambos hacemos del punto y coma; pero sobre todo les resulto sospechoso por su mensaje de ayer, el que os ha traído aquí; ¿qué queréis que os diga? Reconozco las señales, es evidente que esa persona escucha mi programa, pero no sé qué más puedo decir. La verdad es que no encuentro fuerzas ni ganas para enharinarme de esta polémica —me lo notaréis en la voz, estoy flojo—, así que lo dejo por hoy. No sin antes decirle a MeOcultoEntreLasSombras: eres mi única luz. Besos a casi nadie. Hasta mañana.
Botón izquierdo. Clic. Alex cierra el podcast.
Suena el móvil. Contesta. Es Laura. ¿Se te ha ido la olla? Mierda. No sé que te pasa con los hijos ni con el criminal ese, lo que sí sé es que no quiero que mañana Carlota se vaya a comer contigo; hasta que se aclare todo est/
—Me parece bien.
—¿Te parece… Endereza tu vida, Alex. Si puedo ayudarte de alguna manera me lo dices.
—Gra/La ciudadana que vimos ayer agitando el brazo y vocifeando en Puerta de Alcalá, confirma que se trata de una tarjeta de memoria y que estaba pegada con cinta americana gris en el lateral de una columna. ¿La policía te permitió ver su contenido? Sí, lo vi. ¿Qué viste? Un vídeo en el que se escucha una voz fuera de plano preguntando al señor que mataron por ciertos informes internos de su empresa. Me decías antes que todo esto ocurre dentro de cierto tipo de habitación. Sí, están en un cuarto elegante, con cortinas, sillas grandes, mantel de tela y buena comida, el señor come. ¿Qué señor? El que apareció muerto en Puerta de Alcalá, quién va a ser, no sale nadie más en el vídeo. Entiendo, ¿y qué come? Carne en dados; con los dedos.
Según fuentes policiales, estos informes internos que se citan en el vídeo presuntamente alertaban de la toxicidad de los productos utilizados por la multinacional en que trabajaba Enrique Murillo Larrazábal; ¿comenta él algo al respecto o tan solo come dados de carne? Este señor, Enrique, confirma que conoce los informes y la voz del presunto asesino le acusa de haberlos obviado.
Es en este momento cuando se produce la impactante escena filtrada esta mañana, en la que se ve a Enrique escupiendo trozos de carne a cámara y gritando «Qué más da. Vamos a colapsar por sobrepoblación y va a ser pronto.» En efecto, así es. ¿Hay algo más en el vídeo? Sí, momentos después, el señor come algo más de carne y con la boca llena dice en alto: «¿O ese otro informe no lo conoces, desgraciado?» ¿Es desgraciado lo que dice? Desgraciado o algo así.
Después de colgar con su ex, Alex revisa la noticia sobre el asesino de la corbata y sin terminar de leerla reclina su silla y cierra los ojos. Un chisporrotear de sonidos casi imperceptible anuncia una nueva ola de correos que no logran inmutar la postura de Alex. Debajo de su casa el semáforo del paso de cebra se ha puesto en verde y, si abriese los ojos, podría ver a unos y otros cruzar en sentidos opuestos. Un sonido diferente, como el que hace Mario Bros cuando consigue una moneda llama su atención, abre los ojos y se incorpora; el prístino sonido es una alerta que ha configurado para correo nuevo de MeOculto; el asunto es: «Misiva: dos». Parece mentira, décadas después, Alex vuelve a sentir mariposas en el estómago. El paso de cebra —semáforo en rojo para los viandantes— se encuentra invadido por coches, motos, camiones y patinetes.
MeOcultoEntreLasSombras ha firmado Eu :-)!
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