Descriptor B
B de A:
Horizontal en color.
Reflejo distorsionado en la ventana de un tren en movimiento al acercarse o alejarse del andén. El reflejo nos devuelve el reloj de la estación [de Atocha]: son las cuatro y cinco de la tarde. Es probable que sea verano, lo dicen la luminosidad de la pared naranja de entrada a las dependencias de la estación —a través de tres puertas forjadas en hierro pintado de rojo— y también las prendas estivales de los dos sujetos que pueblan la escena. A la izquierda hay un hombre de perfil en movimiento, a juzgar por la posición de sus pies: solo apoya la punta del izquierdo; lleva el pelo de punta. Una abultada mochila negra pesa en curva sobre su camiseta blanca. Lleva pantalones cortos rosados. Otro hombre, a la derecha, está parado y de frente al tren. Se distinguen en su silueta los brazos pegados al cuerpo; camiseta azul, pantalones cortos naranjas y unas zapatillas deportivas de color oscuro.

B de B:
Cuadrado en color.
En el horizonte, se ve un islote cubierto de vegetación fresca. En primer plano, los dos brazos del dique de piedra de un puerto pequeño. En el izquierdo, un joven de piel blanca, con bañador naranja como única prenda, es cazado en el instante en que se lanza de cabeza al mar. La lengua de sal en el muro del dique marca una marea mucho más alta. Al otro lado del dique, dos muchachos blanquecinos ataviados uno con bañador azul, otro naranja salmón, observan la peripecia del saltador. Una pareja —hombre y mujer, ambos de edad madura— también es testigo de la escena. Ambos embutidos en prendas de distintos tonos azules: pantalones largos, manga larga. El hombre porta una mochila a la espalda. Se diría que no hace calor.

B de E:
Pared de catedral de ladrillo pardo, coronada por un rosetón circular monocromo de diseño contemporáneo. Formado aprovechando el resquicio de las paredes que rodean al rosetón hay un banco de piedra que sirve de descanso tres de las cinco personas ataviadas con trajes regionales que aportan vida a la fotografía. A la izquierda, una mujer de moño moreno, fija su atención en el móvil que sostiene con las dos manos [la posición de su pulgar deja adivinar que está escribiendo]. De pie, un hombre joven con calzas y camisa azul observa algo que se encuentra fuera del campo de la fotografía, mientras sostiene con la mano izquierda lo que parece un bocadillo; sentado en el banco, un hombre más mayor, dirige su mirada al hombre de azul con un gesto atrevido, casi de humor desafiante, de chanza. Otro hombre, de más edad que el anterior, parece, a juzgar por la línea de su mirada, estar observando lo mismo que el hombre más joven. Por último, a la derecha, otra mujer, ataviada con una falda de rojo llamativo y voluminosa cofia blanca, sostiene un bocadillo entre las manos. Hora del almuerzo para los artistas regionales.

B de F:
Composición escultórica expuesta en el patio de entrada a una casa o institución. La obra está acordonada por una cinta roja que desautoriza el acercamiento. Instalada sobre una tabla de mármol blanco, una mariposa parece elevar el vuelo con una gruesa cadena de hierro oxidado sujeta en las patas traseras. De la que pende una bola, también de hierro oxidado, al modo de las que arrastraban los condenados. El mecanismo que posibilita la ilusión del vuelo de la mariposa no es visible al ojo de quien observa la fotografía. El patio está custodiado por un muro rosáceo, en el que se incrusta una puerta vestida con una cortina blancuzca. A la derecha se ve un farol moderno, y se adivina, a juzgar por la mancha de luz, la rima con otro farol, situado a la izquierda de la puerta. A la derecha de la puerta hay un arbusto o árbol de tamaño mediano-grande.

B de M:
Manta herbácea gris; un espejo doble con distintos aumentos en cada hoja, nos devuelve a la izquierda un cuarto de la cara de una mujer de cabellos grises, cejas finas, ojo entre desafiante y a punto de sonreír y un quinto de mano izquierda sobre prenda roja; a la derecha, se aprecia aproximadamente un quinto de la cara de la mujer de pelo cano: en esta hoja solo se ve el cabello, la ceja y el ojo. También se aprecia media mano derecha —y el pulgar completo— que sostiene el espejo.

B de R:
Dos sombras grises pegadas a los pies de dos chicas; una sonríe [a la cámara]; a la otra, la fotografía la ha atrapado en medio de la pronunciación de una palabra. Equipadas con sendos vestidos largos, transparencia en piernas, tirantes y cabellos iridiscentes gracias al sol perpendicular que ilumina de refilón el lugar por el que pasean: un callejón flanqueado por edificios de color siena, arena, poblado de restaurantes; a la izquierda, sillas altas de mimbre de plástico en tonos verde-gritón; a la derecha, el cartel de otro restaurante promete sidra natural; bajo éste, hay un grupo de gente en el que destaca una chica : gafas de sol a modo de diadema, bolsa de tela con letras árabes, sandalias. Es verano.

