Descriptor M
M de A:
Dos reacciones diferentes al paso del tiempo: un hombre parece ir en su contra y una mujer se queda en su lugar sin moverse, dejando que éste haga lo suyo y esperando no cambiar tanto en el proceso. Realmente son dos formas de intentar evitarlo, aunque ambos saben que no hay manera posible de hacerlo, mientras el religioso reloj les observa desde las alturas en su trono de deidad, meneando la cabeza hacia los lados, viendo cómo las confundidas hormigas intentan escapar. Como último mensaje de inevitabilidad, una reja les cruza por el pecho, mostrando la diferencia entre la luz que ilumina el otro lado y la oscuridad en la que ellos se mantienen atrapados.

M de B:
Cuatro hombres expectantes observan el suceso con una combinación de sorpresa y resentimiento. El protagonista muestra su valentía al abrir el pecho y dejarse llevar a las profundidades. Hace considerar lo que está fuera de la imagen, lo que está debajo del agua, lo que está a los otros lados de la muralla. Desde el verde a lo lejos parecen llegar pequeñas señales: un color amarillo que aún sin esconderse, suena una alarma muy débil como para notarlo; y un azul tranquilo, que frente a su gemelo se siente diminuto y se rinde en su afán de ser visto. Ellos también observan con recelo al protagonista, ¿por qué es él quien tiene toda la atención? ¿acaso por ser el único que puede moverse dentro de una fotografía?

M de E:
Vertical en color.
Los colores de varios sujetos desconocidos salen de las paredes, alumbrándolas así con sus vestimentas de tradición y celebración. Su celebración, sin embargo, es una triste, es una de espera y de anhelo. Sus rostros se asemejan a los ladrillos más que a sus faldas, mostrando así el contraste de lo antiguo con lo nuevo. Una de las mujeres decide bajar su mirada para buscar en alguna aplicación de citas con quién pasará la noche luego de este evento tan solitario, que prometía unión y costumbre, y solo le dio una razón más para desear lo de antes, a través de lo nuevo. Tal vez cuando ya no haya luz, el vitral de arriba dejará de iluminar el vacío de dentro y se podrá finalmente refugiar en la oscuridad más cercana.

M de F:
Un animal que se cree libre se ve atrapado por un peso externo. Sin embargo, no parece darse cuenta del peso que él mismo ejerce, ya que, si viera hacia abajo, entendería que su propio cuerpo es de metal. Vería finalmente que sus esfuerzos por volar y alejarse serían en vano y caería igualmente. ¿Y si lograra irse? ¿Y si esa fuerza extraña que parece igualmente mantenerlo en el aire fuera lo suficientemente real como para dejarlo ir? Una línea roja detendría su camino. La misma que le recuerda que existe únicamente para que otros puedan ver su encierro y puedan así sentirse ellos más libres… más reales.

M de M:
Sus dos reflejos cuentan historias distintas, pero todos tenemos dos, aunque son solo reflejos. Fuera de los reflejos hay un mundo diferente. La grama puede ser verde y el vestido azul… aunque para eso hay que dejar de enfocar el reflejo. Fuera del reflejo están las manos que lo sostiene, cada una contando una historia y cada línea un futuro y una predicción. Atrás del reflejo hay verde, hay cabellos en las espaldas y hay personas caminando tranquilamente sin rumbo. No solo existe el pasado y la percepción manchada. Existe fuera, existe cerca y lejos, existe fuera del campo de visión y fuera del alcance directo de la realidad escogida.

M de R:
Dos mujeres descubren un nuevo lugar, uno más que conocido para todos los que les rodean, pero nuevo y diferente para ellas. Con sus sonrisas y su conversación cálida, caminan hacia el sol con paso decidido e ilusionado. Detrás de ellas un grupo de personas que comparten su ilusión (capaz otorgada por el paso de ellas a su lado) escuchan las historias mil veces contadas en esas calles, mientras desde las ventanas, los habitantes acostumbrados a ellas, duermen al oírlas como escuchando las nanas que se les lleva cantando desde niños. Todo el camino decorado de flores y banderas le susurra al oído a cada nuevo pasajero que cuente su historia, ya que esta quedará marcada en él y en cada una de sus sombras.

