novela

tch!
resumen
¿No es un beneficio acaso la satisfacción de mandarles a tomar por culo?
*el Cerdo

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Pensaba contarles hoy mi pequeño descubrimiento respecto al cerdo, pero me viene cierta desgana y prefiero callar.
En cualquier caso el regusto de la reunión es igualmente amargo. Esto se acaba...

Esa misma tarde-noche el Cerdo sale a su vez de otra reunión, más satisfactoria, en la que acaba de detallar el proceso de disolución del Colectivo, la situación de Alejandro, la información saqueada en mi casa y en la sede (papeles, archivos, planes futuros...) así como el contacto que acaban de realizar conmigo. La conclusión es la misma; el camino llega a su término.
Ya fuera, mientras espera para subir a un taxi que está descargando las maletas de su anterior usuario, se fija distraído en los miles de dibujos y reflejos que hace la luz en los pilotos traseros, en el grosor amarillo de las rayas anti-vaho. Cuatro gotas que chispea el cielo resbalan como mercurio por la inclinación del cristal. La trascendencia de un largo trabajo a punto de concluir agudiza curiosamente nuestra forma de percibir.
— ¿Adónde vamos?

Al llegar a casa se encuentra con el fin de semana de sopetón, como si fuese una mascota que le está esperando en la puerta. El salón, los pasillos están más vacíos que de costumbre. Ya no necesita a Tala y el tema Tch! solo requiere esperar. Su tiempo es libre. La libertad puede ser desoladora. Sin nada que hacer y evitando remordimientos se pone una película de la colección Woody Allen. Es un buen momento para estrenarla.
Finalizado el réquiem (cum sanctis tuis agónico) también Tala ha buscado consuelo en una comedia. Es curioso que ganar o perder a veces acarreen el mismo tipo de sentimientos.
Hoy comerán poco y se acostarán temprano. Ambos harán lo imposible para evitar que los sentimientos se les presenten formalmente: «Aquí estoy, he venido para quedarme.» Pero no será fácil.


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estas condicionado!