Venga ya.
A ver si una mierda de multinacional va a decirme cómo magrearme; a mí me gusta lo que me sale de los Louie Louie porque soy una persona segura de sus gustos y apetitos y el deseo sexual lo gestionan mis ovarios —o mis huevos, según—, sin que mis ganas, mis juegos y fantasías vengan del imaginario de películas, libros o revistucha alguna, no fastidies. ¿Sí o no?