capítulo 12 | 13 | capítulo 14
portando luces ocre con olor a nuez e imaginería erógena; el sexo es un hueco profundo y asfixiante del que se huye cuando no se está en él, del que se huye cuando se prefieren las calmas a los vigores, y del que se huye con una risa o una mueca de asco y desprecio. Pero si se mantiene la mirada. Si no se aparta la vista del espejo, se pueden intuir —cuando menos suponer— los sinuosos haces que han entrado y sacudido ese cuerpo hasta correrse con la llegada del amanecer.
Confieso que hace años que no me sucedía. Hoy me he levantado con el calzoncillo manchado de semen como le pasó al chico de esta foto de Coco capitán:
[Ampliar] [Versión sin censura]
Ese punto gordo del centro de la imagen es para evitar la censura; la multinacional Instagram censuró el post con la foto que sí mostraba la mancha y este es el que publicó Coco capitán a continuación. Me resulta realmente interesante el excelente trabajo de la multinacional —mis más sinceras felicitaciones— condicionando a la persona MELANIMUES que como veis comenta estar de acuerdo con la artista y con la censura; no comparto la actuación multinacional pero reconozco su primoroso hacer, condicionando y enseñando a la persona MELANIMUES a quitar la razón, dándola. Excelente ejemplo de trabajo mutante*.
(*Tratamos la telepatía mutante de las MM en el podcast: La neo-publicidad condiciona nuestros pensamientos).
Censura y mutaciones aparte, os pido disculpas por haber sacado el tema —el semen no suele generar charlas apetitosas—, pero es que al ver el post y luego el post que reemplazaba el censurado me ha parecido una asombrosa concatenación de casualidades que me han llevado a re-pensar mi suceso mañanero y he sentido la necesidad de re-buscar el origen de este vigor excepcional (no estoy en la veintena, cuando era habitual). Para ello —para iniciar un proceso de auto-rebuscamiento— se me ha ocurrido dejarme llevar y soltar frases de forma automática y sin preparación previa; un combinado de nerviosismo y subconsciencia que, agitado con una rajita de protesta multinacional, debería sacar lo profundo de mis cañerías. Allá voy.
Ya salió la enfermedad. Ha sido rápido, ¿verdad? Me temo que debo explicaros —queridos oyentes— que MeOcultoEntreLasSompras no solo ha enviado los dibujos que habéis visto en la web del podcast, también ha enviado misivas íntimas —que empiezo a corresponder—, y parece evidente que me están afectando. Hablando de enamoramientos que diríamos ayer. Esta madrugada —disculpad mi grosera sinceridad— parece que me han afectado con vigor.
Esto ya no denuncia una mierda.
Le llegan a Alex mensajes que se quejan de un cambio de tono en los monólogos. De entre todos ellos, destacan dos, el primero ofreciéndose a ir a las grabaciones a dictar lo que el-Alex-de-hace-una-semana habría dicho y el segundo reclamando vigor en sus protestas contra las multinacionales y cuestionándose si tal vigor no se habrá quedado en los calzoncillos esta mañana. Ambos mensajes destacan porque uno está firmado por Natalia y el otro por Ricardo.
Alex se ha quitado —con una sacudida de cabeza— la asociación de ideas que esas firmas le han traído a la cabeza y ha metido ambas direcciones en la regla de spam. Ha sonado un Mario cogiendo monedas y se ha dedicado a leer la nueva, larga, intensa, misiva de Eu. Qué felicidad, por favor:
ALEX ha respondido con un collage:
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