– Capítulo 13 / 21 –
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Allí a lo lejos veo a un señor con sombrero de pájaro y el culo al aire que se encuentra bostezando oxímoron(es)*, recostado contra una burbuja azulona.
Por su aspecto decaído, me atrevo a aventurar que sufre una ligera (de)presión judeocristiana a causa del fracaso; la falta de inmortalidad. Es una sensación que le acompaña a diario, como un dios omnipresente, pero que en este mes de octubre se vuelve especialmente intensa. Se culpa por ello.
Cerca de él, un sapo-vaca devora un ranardo gigante. El señor con sombrero parece estar acostumbrado a este tipo de escenas, porque no presta la menor atención. Tiene un vaso en la mano que sin duda considera medio vacío.
Se le acerca una mujer que debe de ser su pareja, por la charla cotidiana que mantienen sin ni siquiera haberse mirado a la cara. El hombre se arregla el sombrero aviar y hace como que silba. Parece querer disimular su estado de ánimo.
¿Le confesarías a tu pareja tu sensación de fracaso, tus miserias?
* Cuídate de pronunciar en alto el plural de oxímoron, puede ser fatal. Sí, es cierto que la RAE dice que su plural es la misma palabra, pero lo dice solo porque si pronuncias a grito pelado el plural natural: oxímorones, se te produce una traqueotomía por retorcimiento de la lengua que es causa probable de muete.
He oído decir, por otro lado, que el grito produce un placer delicioso.