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serie triángulo / perodia_03
_Partout_
hola, me llamo Eustaquio F. C., igual que mi padre, igual que mi hijo (si alguna vez tengo uno) y esta es mi tercera interpretación fotográfica. Se trata de la serie fotográfica Partout que, como indica el traductor, significa En todas partes.
Fíjense en la dirección que marca la sombra de mayor tamaño, la que no acaba picuda, en seguida me explico.
Dudas.
Confieso que en una primera visualización me desconcertaron ciertas simetrías, como esta, que no eran otra cosa sino trampas del fotógrafo… Se aprecia su sonrisa, la del fotógrafo tramposo, en ese tronco partido de la derecha que ya apunta. No le deis vueltas a la cabeza, esto se entiende perfectamente en segundas visualizaciones.
Pero dándome tiempo y revisualizando las fotografías con calma, he escapado de la trampa, he encontrado la presencia.
4/12 a torreón derecho.
Esa presencia invisible que une disimuladamente el vértice inferior izquierdo con el vértice superior derecho.
De la sombra a la luz.
Esa diagonal que parece obsesionar al autor .
Mar a sol.
Esta diagonal que dicta y ordena la serie.
Dictadura con un par, en este caso cuatro, dos por palo.
Permítanme, permitámosle al fotógrafo la broma soez, la vulgaridad dentro del mensaje que señala la presencia.
La diagonal en todas partes.
Partout’s diagonal.
Holahola, parece decir este muchachito…
¿te has coscado ya?
¿Has encontrado la traza, el camino que parte el todo en dos?
Un mundo partido en triángulos exactos, opuestos, enfrentados.
—¿Te has dado cuenta?
—Sí, me he dado cuenta...
¿Qué quieres decirme?
¿Qué es la presencia?
Ese punto final, ese foco al final de la diagonal, esa meta, ese sentido que se busca para el partout… ¿Está ahí?
¿Hay un final en el extremo de la diagonal?
Yo lo interpreto como un mensaje de esperanza.
El fotógrafo transmite esperanza al final de la persecución.
Hay esperanza en esforzarse, en creer, en luchar por llegar.
El fotógrafo es animoso, además de tramposo.
No le creo.
Sus ánimos parecen nobles pero tramposos. Es tramposo como san Manuel Bueno Mártir.
En realidad...
por mucho que te esfuerces nunca llegarás. No existe meta al final del límite, la sucesión es infinita.
La presencia esperanzadora es una falsedad. Pero es noble creer en ello. El fotógrafo juega con nosotros y sonríe.
No hay tesoro donde termina el arcoíris.
Palabra de Eustaquio.
Cuidado, la diagonal empieza a moverse.
La presencia se rebela.
Fotografía a fotografía , fijando como eje rotatorio el punto central del cuadro, el fotógrafo va a mover la diagonal como una veleta.
El fotógrafo es consciente de que ha sido descubierto, de que el juego se ha destapado.
La realidad hace su aparición.
Os voy a contar una fábula que me inspira este fotógrafo:
"Un gato retaba a jugar al tenis a quien se encontraba en su barrio. Ganaba a todos y vivía satisfecho por ello. Pero la verdad, él lo sabía, en otros barrios había gatos que jugaban mucho mejor que él.
En ese mismo barrio un perro aullaba canciones que emocionaban a todos y se sentía satisfecho por ello. Él sabía que en otros barrios había perros que cantaban mucho mejor que él.
Si no se entiende la diferencia entre ambos animales, vuélvase lo antes posible a la primera fotografía y revívase el recorrido hasta que se comprenda la diferencia entre alimentar el ego y conmover.
La presencia es tramposa, pero hay que saber elegir nuestra trampa.
El fotógrafo pretende transmitir esa idea.
Parece decir:
—Elige bien tu diagonal. Elige bien tu meta inalcanzable.
—Te estás jugando cómo vivir.
Diagonales torcidas, curvadas, diagonales que han perdido su eje, esperanzas y metas que cambian y dejan de existir.
Dentro de uno.
La fragilidad de lo que buscamos.
La fragilidad de una idea que merece la pena transmitir, pero que es tan efímera como la puesta de sol bajo una palmera.
El triángulo es una pirámide invertida. La fragilidad.
